Los concursantes de Supervivientes han vivido un nuevo toque de atención por parte de la organización. El motivo del malestar ha sido el fuego. Además de calor, es la única manera que tienen de calentar la poca comida que consiguen y se trata de un bien fundamental para la estancia en Honduras. El grupo ha desistido de lograrlo y esta actitud es la que ha molestado a la dirección del programa.
El enfado se ha trasladado a los concursantes a través de Sandra Barneda y Laura Madrueño. Ambas mostraron, durante sus conexiones, su hartazgo por la postura pasiva de los supervivientes. Desde Madrid, se tachó esta actitud de intolerable y Sandra les recriminó molesta que no pueden esperar a que se les resuelvan todos los problemas. "Antes de empezar con el Oráculo, os he hablado de lo que está ocurriendo con el fuego y la decisión que habéis tomado de no intentar encender la llama. Lo que es intolerable es que os hayáis relajado y asumáis que sea el programa quien os facilite la solución para que tengáis fuego", unas palabras que pronunciaba en representación de todo el equipo del concurso.

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Por su parte, Madrueño ha reprochado que ninguno haya hecho el más mínimo esfuerzo para lograrlo desde el cambio de ubicación. Ante todos estos ataques, ha sido Borja el que ha salido en defensa de sus compañeros y de sí mismo alegando que están sin energía. Laura ha replicado advirtiendo que las condiciones meteorológicas y climáticas, por ahora, no son adversas y se puede conseguir. Finalmente, y tras la desidia de los participantes, la presentadora anunció tajante que no se les dará la llama hecha. Unas palabras que han hecho a los supervivientes reflexionar. Varios de ellos han terminado admitiendo su mala racha: "Toda la razón del mundo".
Se trata de un toque de atención demuestra que el formato se toma muy en serio las normas del juego. A esta bronca se le ha sumado que Sandra, desde el plató, ha desvelado cómo se encuentran los porcentajes de cara a la expulsión del próximo jueves. En la palestra se encuentran Koldo, Anita, Carmen Alcayde y Montoya. Hay uno de ellos, con un 9% de los votos, que está más distanciado del resto que cuentan con unos porcentajes mucho más ajustados: 33%, 29% y 29%.